Territorio Resonante: A la salvaguardia de las tradiciones sonoras desde Valpo
Un disco, un librillo de imágenes y un sitio web conforman la materialización del último registro audiovisual de Territorio Resonante: ‘Aquí estoy para cantarte. Imágenes y sonidos del Canto a lo Divino en Aculeo’.
Estos contenidos abordan aspectos como el repertorio de versos tradicionales, perfiles de cultores e historia de celebraciones. Desde Valparaíso, su responsable, Francisco Cooper, nos cuenta las motivaciones de ir a por la búsqueda de tradiciones sonoras.
No muchas veces nos encontramos con proyectos de arraigo territorial, sonoro y patrimonial. De eso se trata el propósito de Territorio Resonante, iniciativa basada en la investigación de estas temáticas, oriunda de Valparaíso, y a cargo del compositor, docente e investigador autodidacta, Francisco Cooper. La foto de portada –de su propiedad–, es de hecho, una vigilia de versos y novenas brindada a la Virgen del Carmen.
Y su último proyecto tiene que ver con ello, y aunque no surge propiamente en la región, lo efectúa cerca de ella: Aquí estoy para cantarte. Imágenes y sonidos del Canto a lo Divino en Aculeo es su título, y se trata de un registro audiovisual en triple formato, que contempla un disco doble con librillo de imágenes y sitio web. El trabajo fue realizado durante 2017 y 2022, en conjunto por la Agrupación de Cultores de Cantares y Tradiciones de Aculeo, bajo el financiamiento del Fondart Regional 2020, línea Patrimonio Cultural, modalidad Salvaguardia.
Según nos cuenta Francisco Cooper a Niña Provincia, si bien Aculeo pertenece a la localidad de Paine, en la Región Metropolitana, Valparaíso resulta una influencia en la investigación inicial: «Habitar Valparaíso ha sido fundamental para comprender como un territorio puede ser conocido desde su dimensión sonora», dice. Y a partir de ello las motivaciones son diversas. «Una de ellas es conocer el valor que una comunidad le puede otorgar a la música y a la poesía como articuladoras de un experiencia -al mismo tiempo- personal, social y trascendente. También conocer cómo la música puede ser un elemento que contribuye a la identidad de un territorio y sus comunidadades», añade Cooper.
El material está basado en el registro de 15 grabaciones de “versos” –agrupadas en un disco doble con su librillo de imágenes–, interpretados por cantoras y cantores a lo poeta de Aculeo, y que cuenta con la participación de todos los cultores vigentes del sector, incluyendo a Manuel Gallardo Reyes, nombrado Tesoro Humano Vivo de Chile en 2019. También se sumó el sitio web y una serie documental –ver video adjunto–. Todo esto fue presentado el sábado 2 de abril, en la misma localidad de Aculeo, y con la presencia local de la Familia Madariaga –eminencias del Canto a lo Poeta en Casablanca–, además de los cantores participantes del proyecto.
La tradición del Canto a lo Poeta es una antigua forma de poesía cantada cultivada en Chile. Éste, hunde sus raíces en la tradición lírica española del siglo XV y llega hasta nuestros días producto de los procesos de mestizaje y evangelización ocurridos durante la Colonia, donde pasó a formar parte de la tradición oral campesina de la zona centro de nuestro país. Esta forma de poesía diferencia dos ámbitos temáticos: el Canto a lo Divino y el Canto a lo Humano. Hoy por hoy, su tradición y valor reside en diversos aspectos culturales, pero Territorio Resonante se ha enfocado en la apreciación sonora y su relevancia actual.
– ¿Cómo crees que las nuevas generaciones se han involucrado con el Canto a lo Divino en Aculeo? ¿De qué manera les llega o lo interpretan?
Francisco Cooper: Me voy a referir al Canto a lo Divino en general, no situado específicamente a la localidad de Aculeo, aunque también considerándola a ella. En este sentido creo que para las nuevas generaciones el Canto a lo Divino puede ser una experiencia significativa en tanto comprende la práctica musical y poética como ajena a las habituales dinámicas de mercado o del espectáculo, y es más bien concebida como un medio para una experiencia colectiva y trascendente y no necesariamente ligada a un ámbito religioso o institucional, aunque en muchos casos también lo es.
La huella detrás de los sonidos
Territorio Resonante surge en 2021 con nombre y descripción. Y es el nombre de una iniciativa de Francisco Cooper Marzal que busca, por medio de diferentes proyectos, indagar en las relaciones que existen entre música, sonido y territorio en diferentes localidades de Chile, desde una perspectiva amplia que incorpora el arte, el registro documental y los procesos de escucha. A él, se suma un equipo multidisciplinario de la zona, que lo han apoyado en la materialización y gestión de los proyectos andantes.
Francisco es docente, músico e investigador autodidacta, actualmente residiendo en Valparaíso. Se licenció en Teoría de la Música de la Universidad de Chile, y desde hace más de 10 años que trabaja en proyectos relacionados al Canto a lo Poeta de la zona central de Chile, en estrecha vinculación con comunidades cultoras e instituciones culturales locales. En su labor, vincula el trabajo artístico con dinámicas colaborativas para la realización de productos que articulan relatos colectivos en torno a los territorios y su memoria.
De tal manera, y sumado a Aquí estoy para cantarte, Cooper anteriormente participó desarrollando residencias artísticas, exposiciones multimedia y documentales audiovisuales. Entre estos, destacan la residencia Descubriendo el Patrimonio Sonoro de Til Til; la exposición multimedia de Canto a lo Poeta en Aculeo, Siguiendo la Huella (2017); y el documental inspirado en los sentidos de «territorio» de vecinos de La Pintana, La Otra Historia (2019).
– ¿De qué manera el territorio de Valparaíso influye en el perfil y/o identidad de lo que representa Territorio Resonante?
Francisco Cooper: El sonido es un medio fundamental para conocer y habitar Valparaíso. Las quebradas entre los cerros funcionan como enormes cajas de resonancia que propagan fácilmente el sonido permitiendo acceder a una gran cantidad de información sobre el entorno que nos rodea. Las ondas sonoras emitidas desde buques, iglesias o sirenas rebotan entre los cerros propagando sus señales; la comunicación entre vecinos o las voces de comerciantes se ven también favorecidas por la geografía de la ciudad.