“Que no decaigas ni decaigamos”: El reflejo territorial y social en el nuevo LP de Dhármico
Reforzando la perspectiva crítica en sus letras, l@s sanfelipeños dieron a conocer su nueva producción compuesta de 7 tracks.
Fue con el lanzamiento de “Luche”, primer sencillo de su último álbum −lanzado durante mayo de 2019−, que partimos hablando de Dhármico en Niña Provincia. Con esta canción que evidencia mayor dinamismo rítmico, como adelanto de su nuevo trabajo, hoy ya dan a conocer por completo su nueva producción.
“Transeúnte” (2019, Experimentos Rurales, Necio Records, Chancho Discos) es el nombre del segundo álbum de estudio de la banda compuesta por Katherine Acevedo, voz; Rodrigo Contreras (guitarra eléctrica, arpegiador análogo y VST’s), Sergio Contreras (bajo eléctrico), Cristóbal Gaete (guitarra eléctrica), Diego Muñoz (teclados) y Fernando Salazar (batería); que ya puedes encontrar en diversas plataformas digitales, como YouTube, Spotify y Bandcamp.
Su trabajo, grabado por completo en Estudios Riff de San Felipe, comienza a gestarse gracias a un premio que obtuvieron en un concurso de bandas del municipio de su ciudad. Para ese entonces, ya tenían algunos de esos temas sonando para el verano de 2018. Su guitarrista, le otorga valor a ese momento: “Este paso fue importante (obtención del premio), sino hubiésemos tenido que hacer otros malabares para poder grabar y quién sabe cuándo”.
Es que con su rock progresivo, directamente desde el Valle de Aconcagua, hacen aún más latente el trabajo discursivo −y más politizado− en su nueva producción. Así lo manifiestan: “Sentí el deber de evidenciar lo que se ve a simple vista para muchos, pero que hacen parecer que no existe o es minúsculo. La permanente guerra o los endeudamientos que dirigen a la esclavitud, por ejemplo“, señala su vocalista, al ser consultada por las líricas del disco. Y continúa: “Los pasajes más suaves de “Transeúnte” demuestran que sí, hay algo mejor para el futuro, como el coro y el final musical de “Escalera”: ‘que no decaigas ni decaigamos‘, como dice “Luche”, estamos juntos en esto”.
“Transeúnte”: Una ventana previa a la revuelta social
Dhármico dejó de lado la introspección del space rock, presente en su primer larga duración, para pasar a componer canciones de diversos ritmos, con mensajes mucho más contundentes, señalan través de la presentación de su álbum. Y es que con una selección de siete canciones ponen sobre la mesa las injusticias y la violencia sistémica a través de las líricas. Un discurso en versos sobre un sentir generalizado.
En “Transeúnte” no sólo tocan temas como el individualismo, la globalización, y el adultocentrismo, sino también refuerzan – de manera explicita- el vínculo con el territorio que habitan/transitan. “El Valle del Aconcagua nos acogió desde pequeños y acoge todavía. En “Acequias” (primer track del álbum) el agua es un ente vivo, que se da cuenta de que algo pasa con él y su curso. En comunas como Catemu o Llay-Llay, la sequía es inminente con el monocultivo de paltos, ya no existe el río Putaendo y el caudal del río Aconcagua que pasa por la entrada a San Felipe no circula o viene turbio de cuando en vez. Evidentemente, algo no menor, entendiendo que la zona pasa por una de las peores sequías de los últimos 50 años.
Pero el vínculo no termina allí. A cargo de Fernanda Córdova, Dhármico hace el traspaso de este sentir más allá de los versos, con el arte de su LP. “Tal como se concibe el concepto del álbum, una forma de describir la sociedad chilena y su conexión tanto con la economía y la mente, sentimos que estas fotografías (trabajo análogo) son momentos que expresan la realidad que vivimos y vemos”, indica Rodrigo Contreras.
Y continúa: “En casi dos años pudimos sacar adelante el proyecto “Transeúnte”. Todos queremos que estos procesos sean más rápido para crear música más seguido, pero me parece que fue lo que nos tocó vivir: yo me vine a Argentina a estudiar una maestría en Desarrollo Económico, Pablo estuvo en Canadá; mientras que en Chile, los muchaches estaban repartidos entre San Felipe, Valparaíso y Santiago. ¡Pero se logró! Nos dimos cuenta que las distancias no son obstáculos en esta era de la humanidad para la música y muchas otras cosas y, lo más importante, creemos que hicimos un trabajo prolijo y estamos muy satisfechos.
El sucesor de “Yevide” (2016) fue grabado por Pablo Barra en Estudio Riff, de San Felipe. En tanto, la masterización fue llevada a cabo por Rodrigo Gomberoff (bajista de Familea Miranda) en Estudio Hukot en Barcelona, España.