Pedimos justicia: ¿Quién mató a Anna Cook?

El 2 de agosto de 2017 Ana María Villarroel, mujer lesbiana, dj, diseñadora gráfica y artista, fue violada y asesinada en circunstancias no esclarecidas.

A cuatro años de su muerte, la justicia sigue sin entregar respuestas claras, y tampoco existen responsables. Hoy, visibilizamos su causa.

Ayer lunes, 2 de agosto, se cumplieron cuatro años de la violación y asesinato de Anna Cook. Un caso de lesbicidio que a la fecha, mantiene a sus presuntos responsables en el anonimato y con plena impunidad. 

Ana María Villarroel era una mujer lesbiana, de 26 años, dj, diseñadora gráfica y artista. Aquel día de su muerte, su destino debió haber sido Angol, donde tenía una fecha programada en su itinerario de eventos en vivo; en cambio, fue trasladada a emergencias del Hospital Salvador por uno de sus compañeros de departamento: Raúl Azócar. Llegó sin signos vitales, desnuda y su muerte fue declarada durante el mediodía por una supuesta causa de sobredosis. 

Lo cierto es que a Anna la mataron y la violaron. De acuerdo a pericias del SML, su cuerpo fue encontrado con rastros de semen en su boca, un moretón que abarca la mitad de su cuello, y cinco costillas rotas, así como cuenta este relato. La fiscal a cargo, Mitzy Henríquez, insiste en que la causa de muerte fue dicha sobredosis y sin participación de terceros, con la implicancia de Azócar, quien en primera instancia proliferó la versión de una supuesta sobredosis. Esto, además de considerar pruebas y la reconstrucción de relatos previos, que evidencian la participación de terceros en el departamento que habitaba.

Y es que en Chile continúan perpetrándose los crímenes de odio, en este caso, con claros elementos de lesbo-odio (Anna era abiertamente lesbiana). Y así, lamentablemente, suma y sigue, con innumerables casos que han dejado al descubierto la impunidad, irregularidad, discriminación y desidia ante la violencia sistemática contra la comunidad LGBTI+. 

Con todo esto, la urgencia en esclarecer la causa surge desde un sistema que no ha sido capaz de indagar en nuevos antecedentes, tampoco de entregar respuestas claras ni menos insistir con la participación de presuntos responsables.

Anna fue una mujer música y disidente en un entorno musical que, montado en la pista de baile, e hipócrita de un discurso alternativo e inclusivo, ha sometido históricamente reglas patriarcales y heteronormadas. En este contexto incluso, Anna se vinculó con espacios de autogestión para divulgar música electrónica de ella y su entorno. Tenía un incipiente sello musical: Vinyl Loop, el cual dirigía. Desde lo local, fue residente y frecuente de diversas fiestas del círculo en Valparaíso hasta sus últimos meses.

Así es que la memoria persiste en honor a su causa y su legado. Una cruzada que surgió de diversos medios de comunicación especializados en música, los cuales hicieron el llamado a los y las equipas pares: de tomar nuestros espacios y visibilizar este caso. Para presionar la justicia, para buscar la verdad.

POTQ, en su editorial de ayer escrita por su directora, Javiera Tapia, nos empujaba a este deber: «Pedimos que la comunidad musical chilena se involucre de forma activa en la búsqueda de justicia para Anna Cook. Que su caso no se olvide. Que su nombre no sea solo un graffiti escrito en las murallas. Que se contribuya a que todos los espacios que habitamos las mujeres y las disidencias, sean de libertad, creatividad y compañerismo. Que lo colectivo se materialice tanto en las buenas como en las malas». Hoy, lo llevamos a cabo porque con la justicia ya no es suficiente. Porque el lesbicidio sigue impune ante el sistema, y porque Anna es más que una consigna. Porque pudo haber sido una de nosotras.

Ante cualquier antecedente o información, comunícate al correo justicia.annacook@gmail.com o a la cuenta de Instagram Anna Cook Music.
Puedes revisar:

Reportaje POUSTA: ¿Quién mató a Anna Cook? Y las otras preguntas sin responder.