Hay tocata: Travis Moreno despide a su bajista con La Divina Visitante y Espresso en Quillota
El sábado 11 será el encuentro de las bandas del interior en la Cervecería Greiscol.
Este último tiempo hemos estado hablando un montón de los Travis Moreno, lo sabemos, pero es que su fin y comienzo de año no ha dejado de ser acontecido. Si bien en diciembre se acapararon de lo mejor del 2019 con Holograma, ahora en enero se apuntan con otro momento importante para su carrera: la despedida de su bajista, Cristóbal Ulloa.
El también productor emprenderá viaje para especializarse en esta área musical, pero antes, se despedirá “con una tokata de alto calibre” –así como lo describieron desde sus redes– y con l@s suy@s, este sábado 11 en la Cervecería Greiscol de Quillota, desde las 19 horas.
Un show “largo y holgado” es lo que promete el cuarteto, quienes además serán acompañados por dos bandas iguales de progresivas y experimentales, pero por sobre todo, amigas: Espresso y La Divina Visi tante.
Marca registrada
Cuando Ulloa llegó al conjunto quillotano, en 2017, éstos ya llevaban cerca de 6 años circundando. Habían publicado su epé Odu Mod Neurt Se (2014) y el Homónimo (2017). No era bajista tampoco, tocaba la guitarra, pero como lo describen sus compañeros en la entrevista que les realizamos, siempre fue ñoño y comenzó a practicar apenas se unió con los Travis.
Su persistencia y manía por los sonidos y los efectos lo llevaron a entender rápidamente el funcionamiento y la propuesta de la banda. De hecho, su llegada coincidió con la salida del ex guitarrista de la banda, y a la vez, con el abandono total de las seis cuerdas entre sus integrantes. La deconstrucción del rock y el protagonismo del sonido vibratorio traspasaría el margen de lo tradicional, para sumergirse en la espacialidad y la intensidad del resto de los instrumentos.
Por eso, al momento de grabar su actual Holograma, fue el mismo Ulloa quién tomó el mando de productor en los Estudios Arboleda de La Calera. La horizontalidad y el trabajo colectivo, con él a la cabeza, significó probar las mezclas un centenar de veces; seguir y rebobinar, pero siempre bajo los parámetros de todos los integrantes.
Luego vendría la cosecha: su lanzamiento en Buenos Aires, otro par de intentos de vuelta en el país y el reconocimiento final, entre los mejores del año para el público especializado. Un cierre redondo, que espera culminar este “viaje musical” con sus compañeros con sus amigos y en la casa.
