Daniel Bahamondes y «Amor Presto»: «Este disco viene a descubrir una etapa completa de mi vida en Valparaíso»
El reconocido armonicista se aventura con su tercer disco en solitario, y del cual ya presentó dos adelantos, incluyendo «Amor Presto», una delicada obra musical y audiovisual en honor a sus aventuras en la ciudad Puerto.
Una conmovedora y delicado vibrato es el que envuelven el regreso musical, de estudio y en solitario del armonicista Daniel Bahamondes, quien acaba de presentar dos adelantos vía streaming: «Amor Presto» –con videoclip incluido– y «Ahí va Mai», como parte de su próximo y tercer disco, pronto a publicarse.
En conversación con Niña Provincia, Bahamondes, extiende la inquietud de buscar expresar sus sentimientos a través de la música. «Amor Presto pertenece a una serie de composiciones creadas en Valparaíso, algunas fueron descubriéndose y mostrándose en el ejercicio mismo de tocarlas durante nuestros encierros, y otras vienen de un poco antes pero pertenecen a este mismo universo de melodías. Este tercer disco viene a descubrir una etapa completa de mi vida en esta ciudad, y tratan de vivencias, sentires, romances, bohemia, todo instrumental», explica.
– En la completa obra que significa el primer sencillo “Amor Presto”, con tu interpretación, la danza y la realización audiovisual. ¿Qué es lo que lo que rescatas o aprecias del actual Valparaíso con el recorrido musical que realizas?
El equipo realizador, además de ser amigos de hace años, y con el cual ya habíamos realizado otras colaboraciones artísticas, somos todos vecinos de Valparaíso. Tenemos ese amor por nuestra ciudad, la recorremos a pie habitualmente para ir a nuestros lugares de trabajo o de familiares y amigos. El director Roberto Mathews lo tuvo muy claro desde un principio en los primeros bocetos: el «habitar la ciudad». Pueden ver que todo sucede fluidamente, porteños y porteñas caminando a nuestro lado mientras grabamos cada escena en los diferentes espacios. Karen Valenzuela realiza una danza nacida desde la improvisación, y fue un poco la tónica para muchas de las cosas que se materializaron en este trabajo. Es un recorrido natural para quien vive en Valpo, y un paseo nostálgico para quien añora la ciudad.
El viaje de la armónica
Nacido en Talcahuano y adoptado por la ciudad Puerto desde la infancia, Daniel Bahamondes, un joven apasionado del blues, dio el paso decidor en su carrera musical en 2003, cuando ingresa al histórico Club de Armónicas de Valparaíso (CAV) y aprende de los maestros del instrumento, con José Infante Estay, Ramón Rubio Espinoza, Octavio Giadrosich, y Óscar Aguilar, entre otros, manteniendo su desempeño como Director Artístico y Musical, cargo que asumió en 2009. Además, desde 2015 que se le adjudicó el perfil de «Artista Endorser» para la prestigiosa marca de armónicas SEYDEL de Alemania.
Durante la misma década, se especializó como investigador y gestor del instrumento, lo que lo llevó a rondar entre Chile y Ecuador. Fundador de bandas como Blue Berries, también ha colaborado con Julio Piña y en la actualidad ha mantenido una intensa actividad colaborativa con significativos pares, tales como La Charawilla, Chinoy, Mauricio Redolés, de Pavez y Los Inseguros, así él mismo cuenta.
Con todo esto, sus dos anteriores producciones Mashikuna (2013) y Mewlen (2015) le permitieron extender su trabajo más personal, proceso que ha mantenido con esta actual producción. Un periodo intenso y dificultoso por el contexto de crisis y las posibilidades limitadas para el rubro. De hecho, el periodo más álgido de la pandemia, lo utilizó para encerrarse en el estudio y dar lo que ha estado mostrando en estas semanas. Un trabajo constante que lo ha llevado al reconocimiento del sector, especialmente con su reciente preselección en la categoría Instrumentista del Año, dentro de las nominaciones a los Premios PULSAR 2021, que pronto dará a conocer sus nominados del año.
Su reflexión, en torno a este actual proceso, lo vislumbra desde la motivación personal y la intensidad que significa comenzar un proceso creativo robusto, y que por cierto, resulta adverso a los acontecimientos del rutinario. Pero no por eso emocionante.
«Para todos los trabajadores y trabajadoras de la música y de las artes, han sido muy difícil estos últimos dos años, pero a pesar de ello la motivación y la convicción de crear y registrar los procesos creativos han ido creciendo. Desde el proceso de grabación en el estudio de Rodrigo Arias, en plena pandemia, con quien tuvimos varios meses de intenso trabajo, y en el que esta armónica que suena la grabé a la primera toma casi llorando, pues esa fue una semana emocionalmente muy fuerte para mí. Supimos que este sería el comienzo de un nuevo disco. Estas canciones son parte de mi vida y estoy feliz de poder compartir esta música ahora, en momentos en que realmente necesitamos valorar el amor y contenernos a través del arte», extiende Bahamondes.
– ¿De qué manera se involucra (si es que realmente lo hace) el Club de Armónicas en este 3º disco? ¿O es un trabajo creativamente más personal?
Este es un trabajo personal completamente, pero sin duda el Club de Armónicas de Valparaíso es y será mi mayor influencia. Desde que ingresé por primera vez en 2002 ha sido una experiencia motivadora y también de una responsabilidad, pues el año 2010 se le declara Patrimonio Intangible Unesco, y en esos años ya estaba como director musical de la orquesta de armónicas. Ahora, en pocas semanas, el Club cumple 64 años de historia. En todo este tiempo he despedido a varios de mis maestros y amigos del Club, y creo que toda la música que hago tienen en parte, un homenaje para ellos y sus familias.