En este especial de recuentos, Lo que escuchamos en 2020, abrimos nuestra web e invitamos a escribir a quien ha levantado su proyecto desde Valparaíso, llevando la voz de mujer porteña por distintos rincones, de la mano de sonidos que emergen de diversas partes del mundo y poniendo en valor la cultura latinoamericana.
Un repaso por lo que fue este año, a través de hitos que sucedieron a nivel nacional y regional, acompañado de sinceras reflexiones a futuro, es lo que nos cuenta Pascuala Ilabaca en Niña Provincia.
Pensando, ¿qué voy a escribir para Niña Provincia? Puse atención a su nombre y me sentí alegre. 100% parte del club. Pensé en mi territorio y partiré por ahí con esta crónica.
Valparaíso fue nombrado Ciudad Musical por la Unesco en octubre de 2019, una categorización que nos hace parte del mapa de la industria creativa mundial, que se pulsó por años pero que vino a obtenerse justo en el momento peak del estallido social.
Valparaíso; sede fundadora del anarkismo en Chile, actual Alcaldía Ciudadana, ciudad de acogida de artistas, casa de LasTesis, primera y tal vez única ciudad con una concejala trans. Demasiados atributos a la vanguardia para el gobierno opresor como para que el Estado nos tirara algún salvavidas
Hay que decirlo con todas sus letras; desde el estallido social y durante la crisis sanitaria, Valparaíso en especial, fue estigmatizado, reprimido, violentado, y abandonado. En ese contexto, y hablando de mi 2020, recibí el año en llamas, habiendo superado el primer shock a la violencia policial y cantando en plazas y todo tipo de escenarios. CONTOOSINOPAKÉ (sic). Euforia que me duró hasta el 8M donde vivimos en colectiva un día inolvidable.
La pandemia llegó a bajar esa euforia a piso, arrasó con las 4 giras internacionales que habíamos logrado producir con la banda para 2020 y llenó mi corazón de profundas preocupaciones: ¿Cómo es ser músico sin hacer conciertos? ¿cuánto vamos a resistir sin pago? ¿cómo le harán mis compañeras que no tienen un celular mínimo digno, internet, equipos para autograbarse ni ingresos de Spotify o SCD? Si ellas no tienen internet ¿cómo las vamos a encontrar desde el encierro casero? y el trabajo social territorial ¿cómo lo hacemos sin el carne y hueso?
En el fulgor del estallido, habíamos creado la Comisión de Género de IMUVA, y esas preguntas nos movieron para hacer un catastro de mujeres y disidencias de la región y sumarnos a Rommda, la recién fundada Red Nacional de Mujeres y Disidencias de la Música Chilena. Todo el invierno estuvimos en reuniones, aprendiendo, exponiendo, exigiendo. En 2020, Rommda logró exponer en la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, exigir un 50% de evaluadoras de los fondos concursables del Mincap 2021, paridad para becas y para el área de creación.
No todo está perdido. A pesar de que “No tenemos ministra” pudimos inyectar algo de nuestro violeta en la insípida administrativa de la política pública. Yo creo que en un par de años se van a ver esos frutos: más evaluadoras, más discos editados por mujeres, más estudiosas y más expertas para la música nacional.
¿Cómo es ser músico sin hacer conciertos? ¿cuánto vamos a resistir sin pago? ¿cómo le harán mis compañeras que no tienen un celular mínimo digno, internet, equipos para autograbarse ni ingresos de Spotify o SCD?
Componer desde el feminismo
Llegó Septiembre y los primeros reencuentros, reorganizé mis tiempos para terminar canciones, organizar ensayos y grabar un EP. Amatoria se grabó en vivo, en estudios del sur, un cuarteto de cuerdas femenino y voz en arreglos de Simón González. El epé habla de cómo queremos ser amadas y amar para adelante. Desde mi lugar cercano al folklore, elegí cuatro ritmos/subgéneros que sintiera que necesitaban canciones escritas desde el feminismo: el vals peruano, ranchera, bolero y canción protesta.
Grabamos cuatro canciones escritas e interpretadas desde el humor, el erotismo, el desapego. Desde ahí hasta ahora, he estado como una hormiga produciendo ese material y sus videos, gráfica, promoción, que lanzaré el 8 de enero. Satisfacción creativa. Incertidumbre en todo lo demás. ¿Cómo lograremos que la cultura sea un derecho en la nueva constitución? Que se entienda su aporte de una vez, que entre la claridad en la densa nube del materialismo y nos deje contemplar lo intangible.
¿Cómo lograremos que la cultura sea un derecho en la nueva constitución? Que se entienda su aporte de una vez, que entre la claridad en la densa nube del materialismo y nos deje contemplar lo intangible.