‘Constelación’: El viaje espacial de Conejo Esquizoide
Sobre el proceso creativo de producción de su próximo material, nos cuentan los autores de ‘Nimio’ (2019).
Fue hace algunos días que el cuarteto de música instrumental liberó su nuevo single. Acompañado de un videoclip, esta canción, que ya se encuentra disponible en plataformas digitales, es presentada como adelanto de su próxima producción, titulada Kyon, ahora bajo el alero de sello Samsara Records (Santiago).
Este proceso partió el 2020 en plena pandemia, lo que llevó a la banda a experimentar nuevos formatos en torno a la ejecución de su proyecto musical y, con ello, centrarse más aún en el proceso compositivo de su producción. Si bien la banda ya conocía el trabajo a distancia, ya que está compuesta de integrantes de ciudades alejadas entre sí como Villa Alemana, Santiago y San Esteban, el encierro total les llevó a ejecutar sus creaciones de manera remota, cuestión que despertó la necesidad de registrar y visiblizar todo lo desarrollado hasta la fecha.
De esta manera, tras la primera etapa de la pandemia, lograron llevar adelante la materialización de estas composiciones. Así llegan hasta Villa Alemana, para desde la mano del productor Fernando Cubillos, grabar sus nuevas canciones. «En este trabajo no hubo mucha pre-producción con Cubillos, más bien fuimos ‘a tierra’ a grabar 4 temas en un periodo de 5 días, aprovechando todo el orden que la distancia nos obligo a desarrollar», señala Christian Sepúlveda, baterista de Conejo Esquizoide.
Ciertamente, este nuevo adelanto marcado por las influencias del math rock y el rock progresivo, da cuenta de la exploración sonora, el ritual hipnótico y el vínculo intimista, dejando de lado la voz en su relato. Sobre cómo se vinculó ello con el encierro y la pandemia, nos cuentan que «el trabajo compositivo de 2020 nos ayudó a conocernos mejor como músicos y arriesgarnos un poco más en la propuesta instrumental que ya veníamos trabajando tímidamente desde Nimio (2019)«.
La conceptualización del nuevo single
A través de este trabajo, Conejo Esquizoide vincula el relato sonoro a una historia en concreto, con el objetivo de transmitir la idea de «viaje espacial a través de las estrellas y de las constelaciones». Sobre ello, cuentan a Niña Provincia que «en este capítulo de nuestro viaje musical decidimos abrazar totalmente los aspectos instrumentales de la banda, dejando que la emocionalidad de las texturas sonoras y ciertas incomodidades rítmicas sean las que cuentan el cuento».
Para potenciar aún más este trabajo y el concepto tras el single, liberaron un videoclip que muestra imágenes de la banda, a través del uso de técnicas mixtas como el found footage, registros fotográficos, filtros y texturas visuales, entre otros. Este material fue ejecutado por Ramiro Tercero (quien también dirigió «Pulsos», su anterior single), en dirección y montaje; junto a Alejandra Araya, en dirección de arte; Cristian Díaz, en dirección de fotografía.
Sobre el trabajo colaborativo en otras áreas creativas del proyecto, destacan la incorporación de Octavio Cañulef, de Revoltijo Estudios (Puerto Montt), quien está a cargo del arte, diseño e ilustración de esta nueva etapa musical, «inyectando de una energía que no habíamos tenido antes», cuentan. Con ello, destacan la llegada de Sebastián Weitz, vocalista y guitarrista Chico Bestia, quien en un inicio se integró «como CM y otras tareas relacionadas a la gestión, quien ha pasado prácticamente a formar parte de la banda, acompañándonos en los sintetizadores y guitarras incidentales».
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