Camino al Monasterio: El reencuentro a 30 años de su separación

Luego de su distanciamiento en los 90, la banda vuelve con el estreno de un videoclip y el anuncio de materialización de su álbum.
Sobre las historias y sentimientos que envuelven este reencuentro, les preguntamos desde Niña Provincia. 

30 años tuvieron que pasar para que la agrupación oriunda de La Calera / Ocoa se volviera a reunir en el camino de la creación musical. Se trata de Camino al Monasterio, quienes durante el mes de septiembre liberaron su primer single y videoclip, en miras de lo que será su disco, próximo a ver la luz. 

Estos lanzamientos son solo el primer adelanto de lo que está preparando esta banda -que se distanció en 1994- y que hoy regresa para dar curso a la idea de materializar aquel set de canciones que solo habían tocado en vivo en la provincia y registrado en cintas de cassette como parte del ritual de sus ensayos. «Era un material que considerábamos muy bueno y tenía además muy buena respuesta en el público y entre nuestros pares. Todo eso quedó en el aire junto con una sensación de vacío. Intentamos reunirnos en algunas ocasiones, pero no resultó por diversas razones», cuenta Guille Arancibia a Niña Provincia, quien oficia como vocalista, bajo eléctrico y teclados de la banda.

Esta agrupación, integrada por José Saavedra, voz, guitarra y teclados; Mauricio Miranda, guitarra líder y coros; Luis Peñaloza, batería y coros; y Arancibia -con quien hablamos-, pasó por un momento difícil, que finalmente gatilló la reunión. Su baterista atravesó por un complejo estado de salud, que lo tuvo al borde de la muerte.

Desde ahí en adelante, la posibilidad de concretar su trabajo fue inminente. Así lo relatan desde la banda: «En ese momento nos percatamos de lo frágil que era –además de la vida – la posibilidad de volver a reunirnos y grabar esas canciones. En octubre de 2019 el guitarrista Mauricio Miranda llamó a toda la banda y nos reunimos a partir del 7 de diciembre de ese año. Alcanzamos a grabar las baterías y llegó la pandemia, casi como una prueba de resistencia, pero logramos sacar adelante todo entre instrumentos, cables, micrófonos y meet/zoom. Los viejos casets sirvieron mucho como guía de referencia»

Retomar la creación colectiva mirando al pasado

Fue a principios de septiembre que la banda liberó «Mira el sol» (el cielo de Maitenes), significativo videoclip -editado por Martín Andén- que se extiende por más de 3 minutos, y que agrupa imágenes de archivo de sus integrantes, rescatadas de un VHS de los años 90, propiedad de Juan Pablo González, quien registró esos clips. Allí se aprecia las dinámicas de sus ensayos y el cotidiano de este grupo de amigos.

Este trabajo que remite al pasado y releva la historia de la banda, se concretó -en parte- en Cromo Estudios, en Boco, Quillota (grabación de baterías y mezclas); y en los estudios personales de su bajista.

Pero más allá de lo meramente musical, sus integrantes identifican la importancia de reunirse, desde lo creativo, en esta búsqueda, con la experiencia que han adquirido como músicos y profesionales de distintas áreas a lo largo del tiempo. Este proceso «hermoso e interesante» de juntarse a crear, también les ha permitido visualizar los sentimientos en torno a ello: «las personalidades asumen todo lo vital que uno va adquiriendo con el tiempo, pero a la vez hay una esencia personal que se mantiene, en la que nos podemos reconocer como si tuviésemos 20 años. Nos reunimos en el abrazo y también en la discusión y la dialéctica del proceso musical, todos ponemos nuestras balas, pero en la suma final es un ejercicio valioso, de crecimiento y mucho cariño.», comentan a Niña Provincia. 

 
El sello territorial 

Camino al Monasterio es una agrupación que se identifica plenamente como una banda Calerana-Ocoína, pese a que sus integrantes estén situados en otras comunas. Todo ello, porque se posicionan «en el mundo con ese paisaje en el pecho», evidenciando en sus búsquedas y composiciones la marca emotiva que genera el territorio: «siempre marca todo tu hacer musical», enfatizan.

Tania López: ¿Cómo creen que permea el territorio en sus composiciones? ¿Hay algo de ello en sus letras, sonidos, música, inspiración, etc? 

Guille Arancibia: «(…) En algunos casos se hace expreso «cuando le cantas a ese lugar», ya sea retratándolo o identificándote e intentando identificar al otro que comparte la memoria y el paisaje sonoro. En otras ocasiones, sobre todo cuando ya estás lejos de tu casa de infancia y con los años, se transforma en algo que podría ser parte de tu poesía lárica (siguiendo la línea poética de Teillier), un paraíso perdido o tu propio “Strawberry fields”.

En lo práctico, los territorios podrían entenderse desdibujados a partir de la “globalización” sobre todo cuando colocas el mismo mall en La Calera, Rancagua o Castro; por lo mismo, hay que aprovechar las paradojas de lo global para mostrar lo local, en ese plan internet (la paradoja más grande) te permite mostrar a un grupo de Calera-Ocoa en Holanda, sin pasar necesariamente por la Warner. Ese es un camino genial que recorrer, a cualquier edad musical.

T: Camino al Monasterio vuelve después de 30 años. ¿Cómo se sitúan en la escena musical actual de la provincia? ¿Cuál es su apreciación de lo que sucede actualmente con los proyectos musicales de la zona?

G: «Nos situamos en la escena como si estuviésemos partiendo con 20 años, no pretendemos llegar a “enseñar” nada, al revés, es mucho más interesante nutrirse de una escena que vemos movida, creativa, con bandas geniales en toda la región y en diversos estilos como los Rosa MoribundaLos Feocci, De sombras y Siluetas, Salvador Spíndola, Travis Moreno, nuestros colegas generacionales Duendemente y Mantiz Band, en fin, sólo por mencionar algunos.

Nos encanta que exista la red y todos puedan difundir sus músicas, que existan muchas más opciones de comprar instrumentos de buena calidad, amplis, salas de ensayo, home studios, estudios profesionales de tremendo nivel como Cromo Estudios de Neil Astudillo en Boco; todo ello es algo que nosotros no conocimos y nos alegra profundamente que quienes vienen en el hoy tengan esas opciones porque ayudan a levantar la música y – citando a Víctor Jara – “elevar al pueblo”, misión que debe guiarnos a todos»

De esta manera, Camino al Monasterio proyecta su trabajo más allá de la concreción de su álbum: «Está la idea de presentarnos en vivo, el grupo suena muy bien desde la primera nota, como si no hubiese pasado el tiempo. Vamos por ahora observando el hoy en este contexto de pandemia que esperamos pase lo más pronto posible. Amigas y amigos nos preguntan y la idea está, es una bella manera de cerrar esta parte del ciclo. Como dice Lennon ‘Tomorrow never Knows’ y tan así es, que tenemos material para otro disco. Estamos evaluando».

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